Es propio del hombre ser un buscador del absoluto. Conocer de un modo general y no sin confusión que Dios existe, está impreso en nuestra naturaleza en el sentido de que Dios es la felicidad del hombre; puesto que el hombre por naturaleza quiere ser feliz, por naturaleza conoce lo que por naturaleza desea.
Que el texto conocimiento espontáneo pueda llegar y llegue de hecho al conocimiento de Dios no significa que la existencia de Dios sea una verdad de evidencia inmediata para el hombre, por el simple hecho de que hay ateos se comprueba la inevidencia de Dios, ya que si Dios fuera naturalmente evidente no podría haber necios que dijeran en su corazón: no hay Dios. O mejor todavía precisamente por la no evidencia inmediata para el hombre de la existencia de Dios se da la posibilidad real de que el hombre niegue a Dios. El problema de la inevidencia del absoluto equivale, al problema de la necesidad de su demostración.
Sto. Tomás distingue la evidencia en dos:
Quad se (en sí): Dios es evidente por sí mismo, no para nosotros, ya que nuestros límites no alcanzan para más. Una proposición es evidente cuando el predicado está contenido en el sujeto.
Quad nos (para nosotros): en orden al problema del conocimiento de Dios hay sistemas diversos. De ahí que el contenido de esta cuestión hace ver la posibilidad y necesidad de demostrar la existencia de Dios.
¿Se puede demostrar la existencia de Dios?
Para los ontologistas, la existencia de Dios es evidente, no necesita demostración;
Para los agnosticistas, lejos de ser un hecho de inmediata evidencia la existencia de Dios, ni siquiera es demostrable para la razón;
Para los relativistas, no se puede hacer afirmaciones para siempre.
EL ONTOLOGISMO:
La más importante pretensión del ontologismo es el acceso al conocimiento de Dios, sin trabas o mediaciones que desvirtúen, según él, su realidad. Esta postura filosófica considera, por tanto que Dios es la intuición a priori de nuestro conocimiento, y esta visión inmediata de Dios condiciona la posibilidad de cualquier otro conocimiento humano.
Para el ontologismo, pues, “el conocimiento de Dios es original”, esto es, el primero de todos nuestros conocimientos, y originario, es decir, fuente de todos los demás conocimiento humanos. No es sólo que el hombre conozca primeramente a Dios en sí mismo y depuse conozca los demás seres, también en sí mismos, se afirma más bien en que todo cuanto el intelecto humano conoce, lo conoce en Dios, y esta intuición, esencial a nuestro espíritu, es la fuente de todo otro ulterior conocimiento. Está estrechamente emparentada con el argumento ontologico de san Anselmo, “pretende demostrar a Dios con puros conceptos, tener la idea del ser supremo y de allí llego a su existencia”.
CRITICA DEL ONTOLOGISMO.
El presupuesto fundamental de la doctrina ontologista no puede sostenerse en pie. Es simplemente falso, por muchos razonamiento de una coherencia formal indudable que puedan hacerse. Téngase en cuenta, finalmente, que la pretensión ontologista consiste precisamente en invertir el modo de acceso al conocimiento de Dios: mientras Dios es la fuente ontologica de las cosas creadas, son las cosas creadas la fuente cognoscitiva de nuestro conocimiento de Dios.
Es por tanto necesariamente que la existencia de Dios, desde un punto de vista racional, sólo puede hacerse patente mediante demostraciones.
AGNOSTICISMO.
Se da el nombre de agnosticismo a la doctrina filosófica que declara imposible cualquier conocimiento natural de Dios, y por consiguiente también la demostración de su existencia.
Pues bien, lo más esencial del agnosticismo se reduce a esto: sólo la intuición sensible es para nosotros fuente inmediata y fuente de conocimiento verdadero. Así, el conocimiento que tenemos de todas las cosas del mundo circundarte, del mundo de nuestra experiencia externa, está necesariamente vinculado a la intuición sensible y en ella encuentra su justificación.
El agnoticismo, independientemente de esa tesis central y de la presentación concreta que adopte, esgrime también razones de peso en contra de la posibilidad de la demostración de Dios, de las cuales no podemos dejar de hacernos cargo aquí.
Supuesto que demostrar que Dios existe es tener un cierto conocimiento de El, es imposible la demostración de Dios porque:
1) es imposible que el Ser infinito sea abarcado por nosotros, seres finitos en el acto del conocimiento, y
2) es imposible que el Ser absoluto y trascendente se ponga en relación con nosotros y se nos haga inmanente por el conocimiento.
CRITICA DEL AGNOSTICISMO.
En la critica consideraremos dos elementos.
La admisión de la metafísica del ser.
Las nociones del ser y causalidad.
El conocimiento de Dios como conocimiento humano parte de un conocimiento sensible, pero va ir al conocimiento de Dios como causa de lo sensible cuando tratamos de conocer la existencia de Dios no nos preguntamos ¿qué y cómo es el mundo? Ya que me llevaría a esencia, sino más bien trato al conocimiento de la existencia de Dios.
El camino metafísico de la demostración de la existencia de Dios es a través de:
Efectos conocidos. El agnosticismo corta el camino de la metafísica, ya que aferra a la causa experimental y como no se demuestra no se ve la existencia de Dios.
El agnosticismo va a llevar a una negación del nivel metafísico del ser y a una causalidad, podríamos tener una intuición, no un conocimiento. El conocimiento es ciencia cuando da razón del por qué y la razón del ser necesario y eso hace la metafísica, por lo tanto la metafísica es la ciencia más alta.
Por ultimo podemos decir que el hombre puede conocer la existencia de Dios por los efectos, aun cuando por los efectos no podamos llegar a tener un conocimiento exacto de cómo es él en sí mismo por tanto podemos concluir que si es demostrable la existencia de Dios, al ya haber reflejado las objeciones presentadas de la demostración de la existencia de Dios.
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