Búsqueda personalizada

Porque ir a misa el Domingo?


Cristianos porque ir a misa el domingo?...En realidad poco sabemos, Dia del Señor, para los cristianos este es el dia en que conmemoramos que Jesucristo resucito y es el domingo el dia mas importante, por eso es una celebracion solemne... Despues de la celebracion de la pascua, el dia del señor viene a tomar esa relevancia domingo a domingo...


Y en verdad lo vemos asi, en realidad vamos a la misa con esa finalidad, o que es lo que buscamos, tradicion quizas, porque en el catecismo nos dijeron que era obligatorio ir y que es pecado mortal no hacerlo... es el temor lo que nos mueve o la tradicion, o es realmente el querer estar con aquel que no ha dado su vida, su cuerpo y su sangre para que nosotros pudieramos tenerlo presente no solo como algo de fe que se fundamenta solo en lo acontecido historicamente, sino que Jesucristo quizo quedarse en las especies de pan y vino, para que lo pudieramos ver y no solo quedara ahi si no que tambien poderlo comer y beber...


Cristo quizo darse para que nosotros tuvieramos vida y vida en abundacia, y cada domingo nosotros durante 45 minutos, podemos reflexionar sobre eso, claro con la ayuda de la liturgia de la Iglesia, que ha ordenado sabiamente lo central de nuestra y llevarlo a cabo en la santa misa, como un memorial, un revivir y renovar nuestra fe y porque estamos ahi...


No solo es escuchar al sacerdote en la santa misa, sino que nosotros tambien participamos activamente en ella, con las posturas que se nos indican(de pie, sentado,incado) y con la respuesta de nuestra voz a las debidas oraciones, por ello requiere toda nuestra atencion, ya que es poco el tiempo que le dedicamos durante todos los 7 dias de la semana... y solamente un dia el domingo y precisamente no son las 24 horas de este dia sino que solo 45 o 50 minutos que nos pide nuestra iglesia como obligacion de todos los cristianos bautizados en la fe catolica...


Es una obligacion santa ya que estamos podriamos decir obligados pero es para un bien mayor nuestro, personal... Y aun asi a veces lo vemos como una carga y no como una bendicion, que tenemos ese bendito tiempo y claro tenemos la decision de tomarlo o no hacerlo...


Los cristianos deberiamos de sentirnos priviligiado por nuestro Señor ya que el nos ha dado todo y a veces sino es que siempre, somo malagradecidos, y nomas andamos bien, nos olvidamos de El y tomamos nuestra fe, nuestra religion, como algo que necesitamos solo cuando estamos mal de salud o tenemos algun problema familiar u economico... Debemos reflexionar y ubicarnos bien lo que somos, lo que creemos y sobre todo cultivarnos y preocuparnos por conocer mas sobre nuestra fe y religion que riquisiama en tradicion y tiene tantas cosas hermosas de las cuales debemos sentirnos orgullos de pertecer a ella ....


¿Que nos hace ser hijos de Dios?


El hombre es el fin y el culmen de toda la Creación y debe amar y alabar a su Creador. Como ser humano tiene una dignidad inmensa y, además, tiene unos derechos y obligaciones, inherentes a su realidad de persona humana, que provienen directamente de su Padre Dios. Naturalmente no somos hijos de Dios: somos sus criaturas y entre Dios y el hombre, existe una distancia Infinita. Aunque seamos la cúspide de la Creación, no tendríamos el derecho de llamara Dios "Padre", como un ser inferior, por ejemplo un animal, no tendría derecho de llamar padre a una persona humana. Pero en- el Bautismo, al ser infundidos de la Vida Divina, nacemos realmente de Dios, somos elevados por sobre la naturaleza humana y por eso también llamamos a la Gracia "Vida Sobrenatural". Por eso San Juan emocionado nos dice: "¡Vean qué amor singular nos ha dado el Padre, que no solamente nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos!" (1 Jn.3,1)

La divinización del hombre es obra del Espíritu Santo. No hemos sido bautizados tan solo en agua, sino en agua y Espíritu Santo. El viene a nosotros calladamente, sin luces celestes ni música angelical, porque normalmente así actúa Dios, en el silencio de la Fe. Por eso nuestros cuerpos son sagrados. San Pablo tiene que increpar duramente a los Corintios que caían en toda clase de depravaciones. "¿No saben ustedes que son Templo de Dios y que el Espíritu Santo hábita en ustedes? Al que destruya el Templo de Dios, Dios lo destruirá. El Templo de Dios es santo y ese templo son ustedes" (1 Cor.3,16-17).

El Bautismo, al comunicarnos la Vida de la Gracia, que no es otra cosa que la Vida Divina, nos hace hijos de Dios Padre, hermanos de Jesucristo, templos del Espíritu Santo e hijos de María Santísima, miembros de la Iglesia y partícipes de sus méritos infinitos, imprimiendo en nuestras almas un carácter indeleble. Pero aún hay más: el Bautismo nos hace SANTOS pues la santidad consiste precisamente en vivir en Gracia de Dios, en llevar en nosotros la misma Vida Divina. "Sean santos como vuestro Padre Celestial es Santo" es el deseo de Jesucristo.

Sin embargo, no sucede lo mismo con el Bautismo, a veces no le damos la importancia que tiene o estamos confundidos porque escuchamos diferentes opiniones y nos olvidamos de que la Biblia nos dice: “El que crea y se bautice se salvará”. (Mc. 16, 16)

Como todos sabemos, los hombres nacemos con el “pecado original” que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva. Como Dios nos ama mucho y sabía que mientras estuviésemos en pecado, no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y hacer posible la vida de amor con Dios.

Para ello Cristo, murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado y nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello, gracias al Bautismo.

Cristo es la verdad,,, Los cristianos tenemos lo mejor


El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad en general, hasta el acuerdo de los conceptos con las cosas, los hechos o la realidad en particular. El término no tiene una única definición en la que estén de acuerdo la mayoría de estudiosos y filósofos profesionales y las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente debatidas. Hay posiciones diferentes acerca de cuestiones como qué es lo que constituye la verdad; cómo definirla e identificarla; si el ser humano posee conocimientos innatos o sólo puede adquirirlos; si existen las revelaciones o la verdad puede alcanzarse tan sólo mediante la razón; y si la verdad es subjetiva u objetiva, relativa o absoluta, o aún hasta qué grado pueden afirmarse cada una de dichas observaciones.

La verdad es algo fundamental en la vida humana, que, a modo personal, creo que sólo puede definirse en términos de lo que no es. En este sentido la verdad se comporta como aquello que no es falso y que se configura en conformidad de lo que se piensa con lo que se hace o dice. La verdad, desde todas las perspectivas que se ocupan de responder los problemas asociados a ella, se ha configurado como un concepto abstracto de gran influencia para todas las disciplinas, de esta manera, al lograr definir con exactitud la verdad, y en ciertos términos, la realidad, se logran establecer enunciados imposibles de refutar, lo que se encuentra en constante tensión.

La verdad es algo tan fundamental que no sólo se comporta como uno de los problemas filosóficos por excelencia, sino que es también una de las bases del comportamiento social humano. No es posible establecer relaciones sociales significativas y duraderas sin tener la facultad de confiar en un otro. Una vez que la confianza se rompe, el establecimiento de relaciones con otros significantes se vuelve bastante difícil. De este modo, una vez que nuestro comportamiento comienza a basarse en aspectos que poco se relacionan con la verdad, las relaciones basadas en la confianza se rompen y poco queda de relaciones sociales valorables.

Es por tanto, que el hombre siempre esta en esa busqueda de algo que lo riga , que tenga que seguir... Pues a decir, verdad, el hombre no es solo un ser lanzado al universo, como dirian los existencialistas, si no que cada hombre esta en esa busqueda de algo mas, de un porque, una razon de su existencia, y no solo limitada a la casualidad...

Y es aqui, donde el hombre llega a un limite, y le nace una esperanza, y encuentra un sentido a la existencia, el porque vive, y radica en lo que muchos llaman un ser superior, de que hay algo mas despues de la muerte, donde el hombre no le cabe la idea de perecer, de existir por un tiempo y despues que, ¿Ques es el Hombre? preguntas que le vienen y si poder dar una respuesta logica... El hombre se encuentra a Dios, y no solo es que el hombre lo haya creado para su esperanza de soledad en este mundo, sino porque el mismo se ha manifestado, ...

El cristianismo es la unica religion que nos habla de un Dios que busca y va al encuentro del hombre, y no solo le habla sino que se hizo hombre para levantar su dignidad y hacerne uno con el... y dar la verdad a su existencia, que es Cristo...



Cristo, El pan de Vida


"Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día." Juan 6, 54. Estas fueron las palabras condenatorias de los que buscaban cualquier pretexto para enjuiciar a Jesus...Cristo está hablando a los escribas y fariseos, quienes supuestamente basaban su vida en la Biblia. Jesús afirma que el mensaje de las Escrituras es Él: "Ellas son las que dan testimonio de mí..." Por eso les reprocha: "Pero no queréis venir a mí para tener vida". Es decir, aceptaban la Biblia que habla de Cristo, pero rechazaban a Cristo mismo.


En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí? Jesús les contestó: Os aseguro que me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, dando vida eterna, el que os dará el Hijo del Hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios…Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de ese pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de vida, el que viene a mí no pasará hambre y el que cree en mí no pasará nunca sed. ( Jn 6, 24-35)


Invitando a las gentes a descubrir lo que evoca la acción milagrosa de la multiplicación, Jesús indica que no precisan un realizador de milagros, sino ganarse la salvación: lo único que cuenta es el seguir a Cristo; han comido un alimento perecedero, pero, hay otro alimento que da la vida eterna. La gente pide a Jesús un aval, una garantía de lo que acaba de decir, a semejanza de lo que hizo Moisés con sus antepasados: Jesús responde afirmando que el sello de garantía del pan lo pone el Padre. Ante tal garantía, la gente no tiene más que una petición: “Danos siempre de ese pan”. Llegamos al momento culminante del diálogo: “Yo soy el pan de vida”. El que acude a mí no pasará hambre, el que cree en mí no tendrá nunca sed; el autor quiere decir que sólo Jesús es el alimento que lleva el sello de garantía. El trabajo que Dios quiere que hagáis es que creáis en el que El ha enviado. Trabajar en lo que Dios quiere no es trabajar en conocer mejor la Ley, sino en conocer mejor a Jesús y en adherirse a él.


El sello de garantía de Dios no lo tiene la Ley, lo tiene Jesús. Conocer y adherirse a Jesús es haber encontrado el alimento que sacia el hambre y la bebida que apaga la sed. Jesús, sin responder la pregunta que le hacen, echa en cara a sus interlocutores que le buscan, porque les ha dado de comer, pero no porque hayan entendido el significado de la multiplicación de los panes. Han comido, pero no “han visto el signo”; han recibido pan hasta saciarse, pero no han aprendido nada. Ahora bien, lo que alimenta de verdad y lo que da vida es la palabra de Dios. Este es el pan verdadero.



La verdad de Jesuscristo


El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: "Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10)."El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" (1 Jn 4, 14). "El se manifestó para quitar los pecados" (1 Jn 3, 5): CIC457


Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdida la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacia falta que nos llegara la luz; estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado? (San Gregorio de Nisa, or. catech. 15).


"En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él" (1 Jn 4, 9). "Porque tanto amó Dio s al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16).


Cristo es verdadero hombre. ¡Qué importante es aplicar esta verdad a nuestra vida! Él me acompaña en los momentos más alegres de la vida, como en la boda de Cana o en la fiesta que organizó el fariseo. Intuye mi dolor, como lo hizo con la madre viuda que había perdido su hijo. Llora con mis tristezas, como lloró la muerte de Lázaro. Entiende mis tentaciones, pues él las experimentó en el desierto. Comprende mi rebeldía ante la voluntad del Padre, ya que él también experimentó en Getsemaní lo duro de los planes del Padre. Me alienta ante los sentimientos de soledad afectiva, pues en la cruz él supo lo que significa sentirse abandonado del amor del Padre. En verdad, ¡qué paz, serenidad y felicidad alcanzará nuestra conciencia si tenemos presente que Jesucristo es hombre como y con nosotros! Eso sí, excepto en el pecado.


Cristo se presenta con un rostro doliente y a la vez con un rostro resucitado. Esta doble característica comporta una especial importancia para la vida. "Para devolver al hombre el rostro del Padre, Jesús debió no sólo asumir el rostro del hombre, sino cargarse incluso del ´rostro´ del pecado" (n.25). Esta expresión del Papa es verdaderamente fuerte.


Jesucristo no tuvo pecado, pero experimentó el dolor del pecado, una experiencia que duró unos momentos para dar paso a la felicidad de la resurrección. De modo similar, en nuestra vida el pecado ofrece un placer pasajero pero el mal permanece; en cambio, un acto bueno exige un sacrificio pasajero pero el bien queda. Por lo tanto no tengamos miedo al sufrimiento que comporta la vida recta pues el dolor pasará pero el bien permanecerá. (P. Juan Carlos Ortega )




Porqué en Jesucristo? ¿Quien es?


Los cristianos confesamos que Jesús es el Cristo. Muy pronto las dos palabras de esta confesión de fe "Jesús" y Cristo", se fundieron en una. Jesucristo, con la que desde los tiempos del Nuevo Testamento venimos nombrando a Jesús. Jesús quiere decir en hebreo "Dios salva". En su nombre está su identidad y su misión. En efecto, a lo largo de todo el Antiguo Testamento se repite la promesa de que Dios mismo, en persona, salvará definitivamente a su pueblo y a toda la humanidad. Mesías quiere decir "ungido". En Israel eran ungidos en nombre de Dios los elegidos los consagrados por el Señor para ejercer una misión señalada en su pueblo. Eran ungidos los reyes y los sacerdotes. Muy excepcionalmente lo eran los profetas.


"Y el Verbo se hizo carne, y acampó entre nosotros; y hemos visto su gloria, la gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1,14) La Encarnación es un acontecimiento que tuvo lugar en un tiempo determinado de la historia, pero su origen está absolutamente más allá de todo el universo. Ha sucedido una única vez y para siempre. Dios: se ha unido a través de su Hijo definitivamente con el hombre y con su creación. Dios no dejará de ser nunca "Dios con nosotros".


Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César Augusto; de oficio carpintero, muerto crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que ha "salido de Dios" (Jn 13, 3), "bajó del cielo" (Jn 3, 13; 6, 33), "ha venido en carne" (1 Jn 4, 2), porque "la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad... Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia" (Jn 1, 14. 16). CIC 423...


El nombre de Jesús, dado por el ángel en el momento de la Anunciación, significa “Dios salva”. Expresa, a la vez, su identidad y su misión, “porque él salvará al pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). Pedro afirma que “bajo el cielo no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos” (Hch 4, 12).


“Cristo”, en griego, y “Mesías”, en hebreo, significan “ungido”. Jesús es el Cristo porque ha sido consagrado por Dios, ungido por el Espíritu Santo para la misión redentora. Él es el Mesías esperado por Israel y enviado al mundo por el Padre. Jesús ha aceptado el título de Mesías, precisando, sin embargo, su sentido: “bajado del cielo” (Jn 3, 13), crucificado y después resucitado, Él es el siervo sufriente “que da su vida en rescate por muchos” (Mt 20, 28). Del nombre de Cristo nos viene el nombre de cristianos.


Jesús es el Hijo unigénito de Dios en un sentido único y perfecto. En el momento del Bautismo y de la Transfiguración, la voz del Padre señala a Jesús como su “Hijo predilecto”. Al presentarse a sí mismo como el Hijo, que “conoce al Padre” (Mt 11, 27), Jesús afirma su relación única y eterna con Dios su Padre. Él es “el Hijo unigénito de Dios” (1 Jn 4, 9), la segunda Persona de la Trinidad. Es el centro de la predicación apostólica: los Apóstoles han visto su gloria, “que recibe del Padre como Hijo único” (Jn 1, 14).