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La Cruz de Cristo, es la Señal del Cristiano

La cruz es el símbolo del cristiano, que nos enseña cuál es nuestra auténtica vocación como seres humanos. Unos afirman que es un símbolo maldito; otros que no hubo tal cruz, sino que era un palo; para muchos el Cristo de la cruz es un Cristo impotente; hay quien enseña que Cristo no murió en la cruz. La cruz es símbolo de humillación, derrota y muerte para todos aquellos que ignoran el poder de Cristo para cambiar la humillación en exaltación, la derrota en victoria, la muerte en vida y la cruz en camino hacia la luz.

Jesús murió crucificado, y su cruz, juntamente con su sufrimiento, su sangre y su muerte, fueron el instrumento de salvación para todos nosotros. La cruz no es una vergüenza, sino un símbolo de gloria, primero para Cristo, y luego para los cristianos. «Nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos» (1Cor. 1, 23). Con estas palabras, el apóstol Pablo expresa el rechazo espontáneo de todo hombre frente a la cruz.

Buen cristiano es el discípulo de Cristo, que cree su doctrina y la practica. La señal del cristiano es la santa Cruz porque en ella murió Jesucristo Nuestro Señor para redimir a todos los hombres. Hacemos la señal de la Cruz para manifestar que somos cristianos, y para pedir a Jesucristo que nos ayude a ser buenos y nos libre de peligros.

La señal del cristiano sigue siendo la cruz, o, en otras palabras, el amor a los demás hasta el extremo de entregar la vida por ellos. Se configura así un cristianismo que está lejos de ser “light”. «Se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y ¡muerte de cruz!» (Fil 2,8) Desde ese momento no se pudo separar el anuncio de Cristo del anuncio de la cruz, como lo asegura San Pablo: «Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios» (1Cor 1,23-24). Y la cruz, que nos recuerda ese acto supremo de amor, pasó a ser objeto de gloria: «¡Lejos de mí gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!» (Gal 6,14). Así adquiere sentido la sentencia de Jesús: «El que no tome su cruz y venga tras de mí, no puede ser discípulo mío» (Lc 14,27).

El dia de Nuestro Señor Jesucristo..


El nombre 'domingo' proviene del latín dies Dominicus (día del Señor), debido a la celebración cristiana de la Resurrección de Jesús. En la antigua Roma se llamó a este día dies solis (día del Sol). Todos conocemos el relato de la creación en el Génesis, los seis días en que Dios creó el mundo. Sabemos que es un relato poético, que utiliza un lenguaje mitológico para expresar una realidad, una verdad fundamental: que Dios creó el mundo al principio. Son muchas y muy importantes las realidades que se afirman mediante ese lenguaje del primer capítulo del Génesis . Sabemos también que el séptimo día "descansó".







El concilio habla temáticamente del domingo en el número 106 de la Constitución Sacrosanctum concilium: “La Iglesia, por una tradición apostólica, que trae su origen del mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón "día del Señor" o domingo. En este día los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la Pasión, la Resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios, que los «hizo renacer a la viva esperanza por la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (1 Pe., 1,3). Por esto el domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo. No se le antepongan otras solemnidades, a no ser que sean de veras de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico”.



Entre los cristianos el día sagrado pasó a ser el día primero de la semana: el domingo, "dies dominica", de "dominus", "Señor", "día del Señor". Esto es así porque el domingo es el día de la resurrección del Señor. El día en que Cristo ha resucitado es todavía mucho más importante, mucho más significativo teológica y antropológicamente, tiene todavía mucha más fuerza, que el sábado. Y esto aunque el sábado se estableciese en el mismísimo "momento" de la creación, lo cual, a su vez, queda recogido en la primera página de la Escritura.



La Misa del domingo no es sólo un mandamiento de la Iglesia, ni mucho menos un mandamiento arbitrario, o una pura convención. Desde los primeros momentos los cristianos sintieron la necesidad de reunirse el día primero de la semana (o sea, el domingo) para celebrar la "fracción del pan", la "cena del Señor". Y desde entonces, a lo largo de todos los siglos y en todos los lugares han sentido que esa reunión los constituía y los identificaba como cristianos. Conscientes de esta necesidad, algunos mártires han dado su sangre precisamente por celebrar la Eucaristía dominical.



¿Quien es Dios? Que unos creen y otro no. ¿Porque creer?

Dios es un concepto teológico, filosófico y antropológico que hace referencia a una suprema deidad adorada por algunas religiones, en especial las de origen abrahámico y aquellas relacionadas. Su conceptualización ha sido tema de debate en casi todas las civilizaciones humanas.

La definición más común de Dios es como ser supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente. Creador, protector, juez y, en algunas religiones, salvador del universo y la humanidad. No es posible definirlo como algo conocido y establecer una descripción exacta y certera, por lo que la aceptación de su existencia y presencia viene dada por cada individuo, basándose en alguna de las religiones del mundo o por experiencia propia.

Estas son algunas de las definiciones que nos da cualquier enciclopedia, pero ¿Quién es Dios para tí? Para todos los cristianos Dios representa ser nuestro creador, el ser que nos ha dada la vida, el ser en si, el porque vivir. Aqui no se trata de que si creo o no, Es Dios, existe independientemente de que creas en el o no. El ÉS. Debemos tener claro y poner como principio esto Dios es, no existe porque yo crea en El, sino somos nosotros los seres creados.

Nuestra vida, mi existencia es en razon del El, todo cristiano debe tener bien claro esto. El debe ser el motor de nuestra vida, y mientras mas lo aclaremos en nuestro entendimiento es como iremos teniendo un mejor asentamiento de fe y nos ira ayudando para ser mejor hombre o mujer. Que es a lo que estamos llamados a ser.

Y como el mismo Señor Nuestro lo dijo: "Sean perfectos como nuestro Padre celestial lo es". Es a lo que estamos llamados todos a buscar la santidad y conforme tengamos mas claro, será nuestra desicion mas firme y nuestra voluntad mas fuerte. Seguir a Jesuscristo el nos ha mostrado el camino, camino que no llevará a la verdad y la verdad os hará libres.


El Espiritu Santo es el asistente de la Iglesia


Los cristianos confesamos con la Iglesia que el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, distinta del Padre y del Hijo, de quienes procede eternamente. Creemos en el Espíritu Santo, Señor, y vivificador, que, con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado. Que habló por los profetas; nos fue enviado por Cristo después de su resurrección y ascensión al Padre; ilumina, vivifica, protege y rige la Iglesia, cuyos miembros purifica con tal que no desechen la gracia. Su acción, que penetra lo íntimo del alma, hace apto al hombre de responder a aquel precepto de Cristo: "Sed... perfectos, como también es perfecto vuestro Padre celestial" (Pablo VI, El Credo del Pueblo de Dios, n. 13). Cfr. Documento de Puebla, nn. 202-204.



El Espíritu Santo asiste a la Iglesia:

Como lo había prometido Jesús antes de marcharse de nuevo al cielo, desde allá nos envía, junto con su Padre, al Paráclito. Es San Lucas quien nos relata su venida: "Llegado el día de Pentecostés estaban todos reunidos en un lugar, cuando de repente sobrevino del cielo un ruido como de viento impetuoso, que llenó toda la casa. Y aparecieron unas como lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo" (Hechos 2, 1-5).


La Iglesia, por tanto, instruida por la palabra de Cristo, partiendo de la experiencia de Pentecostés y de su historia apostólica, proclama desde el principio su fe en el Espíritu Santo, como aquel que es dador de vida, aquél en el que el inescrutable Dios trino y uno se comunica con los hombres construyendo en ellos la fuente de vida eterna" (Juan Pablo 11, Ene. Dominum et vivificantem, n. 2).En nuestra santificación intervienen las tres Personas divinas, porque el principio de las operaciones es la naturaleza y en Dios no hay más que una sola Esencia o Naturaleza. Por ser el Espíritu Santo, Amor, y por ser la santificación obra fundamentalmente del Amor de Dios, es por lo que la obra de la santificación de los hombres se atribuye al Espíritu Santo (cfr. Decr. Apostolicam actuositatem, n. 3).


Esta santificación la realiza principalmente a través de los sacramentos, que son signos sensibles instituidos por jesucristo, que no sólo significan sino que confieren la gracia.La vida divina que nos santifica, nace, crece y sana por medio de los sacramentos.

La Cruz de Cristo, ¿Porque? ¿Que sentido tiene?

La cruz es el símbolo del cristiano, que nos enseña cuál es nuestra auténtica vocación como seres humanos. Nos recuerda el Amor Divino "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna". (Jn 3, 16). Pero ¿cómo lo entregó? ¿No fue acaso en la cruz? La cruz es el recuerdo de tanto amor del Padre hacia nosotros y del amor mayor de Cristo, quien dio la vida por sus amigos (Jn 15, 13). El demonio odia la cruz, porque nos recuerda el amor infinito de Jesús. Lee: Gálatas 2, 20.
La cruz es signo de reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los humanos y con todo el orden de la creación en medio de un mundo marcado por la ruptura y la falta de comunión. La señal del cristiano, Cristo, tiene muchos falsos seguidores que lo buscan sólo por sus milagros. Pero Él no se deja engañar, (Jn 6, 64); por eso advirtió: "El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí" (Mt 7, 13).

Hoy hay muchos católicos que, como los discípulos de Emaús, se van de la Iglesia porque creen que la cruz es derrota. A todos ellos Jesús les sale al encuentro y les dice: ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? (Lucas 24, 25-26). La cruz es pues el camino a la gloria, el camino a la luz. El que rechaza la cruz no sigue a Jesús. ( Mateo 16, 24 )

La señal de la cruz es un signo, un sacramental, por el cual manifestamos nuestra fe que Cristo nos redimió por Su Cruz. Como todo signo, vale en cuanto se hace como expresión auténtica del corazón. Al señalarnos con la cruz decimos "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

El sacrificio de Jesucristo, ¿Era necesario su muerte?

Sacrificio de Nuestro Señor ofreció su vida en la cruz para el perdón de nuestros pecados, de la misma naturaleza del Padre, quiso hacerse hombre para traernos un nuevo pacto, por el cual ya no sería necesario el volver a realizar un sacrificio, continuo, para el perdón de los pecados, puesto que Él ya lo ha realizado, una vez para siempre, para todo aquel que cree en Él y cumple su voluntad.

Como el mismo San Juan en su evangelio nos narra sobre el sacrificio de cristo: "Y, como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado; para que todo aquel que en Él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3: 14-16)





Era necesario que Cristo muriera, mas de la necesidad se habla en Él del grande amor que nos tiene, "Tal amo Dios al mundo que nos entrega a su Hijo" , solo en el amor puede ser compresible tal sacrificio, ya que nosotros nos encontrabamos perdidos, por el pecado y que habiamos sido desterrados el su reino celestial por el pecado de nuestros primeros padres, "Adan y Eva" que en ellos pues empezo esta enemistad con Dios. Ya que por su desobediencia fueron desterrados del paraiso, en el cual las palabras de Dios Padre no fue de aniquilar a su seres creados, sino mas bien de reprenderlos y con la promesa del salvador.

Es por ello que todo el pueblo judio en su tradicion esperaban a un salvador, cada profeta anunciaba la venida de un rey, que iba a venir ha salvarnos. Pero ante los ojos del hombre pecador no se puede vislumbrar quien era ese salvador, esperaban quizas un hombre con poder economico, que tuviera a las masas y dominara pueblos y tierras.

Como Dios en su plan de salvacion el ya habia prefigurado su venida, con aquella frase apoliptica que encontramos en el genesis despues del destierro del paraiso, en la que Dios Padre habla habla Adan y Eva , y dice al final "luego ella te quebrantara la cabeza" una imagen que luego comprenderiamos todos, y que hoy en dia la vemos en la mayoria de los templos, a Maria madre del Salvador quien pisaria a la serpiente, ella la llena de gracia, trairia en su vientre al salvador por obra y gracia del Espiritu Santo.

Asi, siendo el sacrificio de Cristo una venida esperada, a su vez , es la prueba mas grande de su infinitud amor y es en este amor infinito en que debemos de poner nuestra confianza, y nuestra vida...