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¿Que es la iglesia? ¿Para que?

¿Qué sabemos de la Iglesia? Podemos informarnos a partir de lo que nos dicen los medios de comunicación. Algunos presentan una Iglesia en decadencia, una institución que está “en peligro de extinción”. Otros dejan hablar a los que critican a la Iglesia o al nuevo Papa, a los que querrían una Iglesia a su medida, a los que desearían que las mujeres católicas abortasen libremente... Otros sacan a la luz escándalos sin fin, como si la Iglesia fuese la sociedad más corrompida del planeta.
Otros, de un modo casi obsesivo, señalan con el dedo algunas páginas de su historia, no siempre estudiadas con justicia, para acusarla de enemiga de la humanidad, de la ciencia y del progreso: nos hablan de la Iglesia de la Inquisición, de la Iglesia que condenó a Galileo y que quemó a los herejes, de la Iglesia que organizó cruzadas y que discriminó a las mujeres...Si nos quedamos con estos datos, parecería que la Iglesia es una institución que debería desaparecer pronto... ¿Es así la Iglesia? Preguntemos a los de dentro, a los que la sirven, al próximo Papa, a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos, a los millones de bautizados de los cinco continentes.


La acepción más frecuente de la palabra iglesia(←ecclesia(latín)← ἐκκλησία [ekklēsía](griego), 'asamblea convocación' )? está referida al conjunto o congregación de los fieles cristianos, ya sea de modo total o particular. El término suele ser y no debe ser utilizado como un sinónimo de templo. Iglesia es referente a un cuerpo vivo mientras que templo es obra de las manos de los hombres.

Hechos, 19, 32; I Cor., 14,19, en estas citas biblicas encontramos referencias de los apostoles usar el termino iglesia, asamblea. Se emplea para designar a todos los que, desde el comienzo del mundo, han creído en el verdadero Dios, y han sido hechos hijos suyos por la gracia. La Iglesia ha sido prefigurada ya desde el origen del mundo y preparada maravillosamente en la historia del pueblo de Israel y en la Antigua Alianza, se constituyó en los últimos tiempos, se manifestó por la efusión del Espíritu y llegará gloriosamente a su plenitud al final de los siglos. El Señor Jesús comenzó su Iglesia con el anuncio de la Buena Nueva, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las Escrituras.

La Iglesia es el Reino de Cristo, presente ya en misterio. El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la consumación del Reino. Los Doce, con Pedro a su Cabeza, (Cf. Mc 3,14-15) y los otros discípulos participan en la misión de Cristo, en su poder, y también en su suerte. La Iglesia ha nacido principalmente del don total de Cristo. El Concilio nos dice que: "El agua y la sangre que brotan del costado abierto de Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento"(Vaticano II, LG 3). Del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de toda la Iglesia.

¿Es un milagro Eucaristico?

La Eucaristía es el Sacramento que contiene verdaderamente el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad, toda la Persona de Cristo vivo y glorioso, bajo las apariencias de pan y vino.El concilio de Trento define claramente esta verdad, fundamental para la vivencia y adoración de Cristo: " En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad.

En realidad Cristo íntegramente."Como católicos, creemos que Jesucristo está personalmente presente en el altar siempre que haya una hostia consagrada en el sagrario. Es el mismo Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, que andaba por los caminos de Galilea y Judea. Creemos que El viene ahora como nuestro huésped personal, cada vez que recibimos la Santa Comunión.

Asi tambien, podemos hablar de un milagro eucaristico pues Cristo se hace presente realmente en las especies de pan y vino. Con la presencia divina se logra ese cambio substancialmente, realmente es Cristo quien se hace presente a traves del consagrado, es decir, del sacerdote. El milagro lo vivimos en cada misa diariamente en cada templo en un lugar de nuestro mundo. A su vez han llevado a cabo unos milagros eucaristicos presentes como el de tan sonado pueblo de Lanciono que es una ciudad pequeña mediaval que se encuentra en la costa del Mar Adriático de Italia.


Ahi en ese lugar se conservan unos de los milagros mas grandes del mundo, que tienen mas doce siglos. La parte de la Hostia en el centro del círculo de carne, aunque era verdaderamente la Carne de Jesucristo, siguió teniendo los accidentes de pan sin levadura despues del milagro, tal como ocurre en cada Consagración. Se mantuvo por muchos años pero se desintegró porque la luneta que la contenía no había sido herméticamente cerrada. La Carne y la Sangre actualmente visibles no solo son la Carne y la Sangre de Jesús como en toda Hostia consagrada, sino que mantiene hasta la actualidad los accidentes propios de carne y sangre humana. La Carne, desde 1713 se conserva en un artístico Ostensorio de plata, de la escuela napolitana, finamente cincelado. La Sangre está contenida en una rica y antigua ampolla de cristal de Roca.

La Hostia-Carne, aún se conserva muy bien. El tamaño de la hostia es como las hostias que el sacerdote eleva en las misas hoy día. Es ligeramente parda y adquiere un tinte róseo si se ilumina por el lado posterior. La sangre coagulada tiene un color terroso que tiende al amarillo Ocre. El Milagro de Lanciano es un continuo milagro. La Hostia convertida en Carne y el Vino convertido en Sangre, sin el uso de ningún preservativo, están aun presentes en el relicario.

Jesucristo se bautiza ¿Porque?


Jesus es bautizado para darnos ejemplo a nosotros y el asumir todo nuestros pecados, Por eso Juan Bautista al ver venir a Jesús a hacerse bautizar exclamó: “He ahí el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo” (Jn. 1-29). Antes de Cristo los israelitas sacrificaban corderos, buscando la expiación de sus pecados. Cristo, al cargar con nuestros pecados, se hace el verdadero Cordero de Dios, para salvarnos de nuestros pecados. Es lo que nos dice el Sacerdote al presentarnos a Cristo en la Hostia Consagrada antes de la Comunión: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo…”.


"Bautismo" es " en Griego. Significa, "ser sumergido." Y el significado más importante de bautismo es "quitar el pecado y la muerte." La frase "ser sumergido" implica muerte. Todos los pecados del mundo fueron pasados a Jesús cuando Juan el Bautista lo bautizo a Él y así Él los tomó todos y murió en la Cruz para dar la paga por todos nuestros pecados. Jesús murió en nuestro lugar. La muerte es el resultado del pecado porque "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).


Un día, entre la multitud que acudía a ser bautizada en el Jordán, apareció Jesús y ante el asombro del Bautista, pidió a también ser bautizado "no porque hubiera tenido él necesidad de ser purificado - nos dice San Agustín- sino para purificar las aguas bautismales con el contacto de su carne divina y comunicarles la virtud de purificar a los que después fueren Bautizados". Ese fue, según los Padres de la Iglesia, el momento en que el bautismo invitando a la conversión, fue elevado al rango de Bautismo Sacramental, con toda la eficacia que le confiere el poder del Espíritu Santo. "Id y bautizad a todas las naciones, enseñándoles a cumplir todo lo que Yo os he mandado" (Mt.28,19-20).


Al ser bautizados, somos liberados automáticamente del pecado original o cualquier otro pecado, si el bautizado es adulto. Normalmente se menciona mucho el perdón del pecado original (aunque no se entienda bien que es) y se pasa por alto lo más importante que es la divinización de nuestras almas.






¿Quien es Jesucristo?

Partiendo de la pregunta hecha por Jesús a sus discípulos sobre su persona: "Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Ellas; otros, que Jeremías u otro de los profetas. Y El les dijo: Y vosotros: ¿Quién decís que soy yo? Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". (Mt. 16, 13-16)


Ya se ve claro en la respuesta que dan los discípulos a la pregunta del Maestro: Para unos es un personaje importante: Juan el Bautista, Elías, Jeremías u otro de los profetas. Nunca ha negado nadie -salvo algún fanático sectario- que Jesús ha sido un hombre importante en la historia humana. Alguien con una personalidad capaz de arrastrar tras sí a la gente, no sólo en su tiempo, sino siempre. Lo que no todos son capaces de descubrir es la razón íntima por la que Jesús atrae.



La respuesta la da San Pedro cuando contesta: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» Para ello hace falta -como Jesús le dice a Pedro- que lo revele el Padre eterno. Hace falta la fe, que es un don de Dios. No se puede entender a Jesucristo si no se cree que ese hombre, que llamamos Jesús de Nazaret, encierra en sí mismo un misterio: La Segunda Persona divina, el Verbo, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre al asumir la naturaleza humana.

Ya sabemos que en la mentalidad del judaísmo de la época de Jesús se estaba esperando próximamente al Mesías. La mujer samaritana -que no era ninguna mujer culta- le dice a Jesús: sé que está para venir el Mesías. La profecía de Daniel y otras sobre el tiempo de la venida del Mesías coincidía aproximadamente con estos años.

En estas circunstancias aparece en Galilea Jesús de Nazaret. Juan el Bautista, que tenía un gran prestigio entre todos los judíos de su tiempo -hasta Herodes le escuchaba con gusto-, da testimonio a favor de Jesús. Le llama «el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Este es de quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre que es más que yo, porque existía antes que yo Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y permanecer sobre él, ése es el que ha de bautizar en el Espíritu Santo. Y yo he visto y atestiguo que él es el Hijo de Dios» (Jn. 1, 30-34)

Comienza Jesús a predicar y su predicación está llena de misericordia para con todos. Su doctrina es una doctrina de perdón y compasión. Enseña que Dios ama a todos los hombres y que incluso los pecadores pueden alcanzar el amor de Dios, si se convierten. El pueblo piensa y dice de él, que «nunca nadie ha hablado como este hombre» (Jn. 7, 46) porque hablaba con autoridad, no como los escribas y fariseos. Y es el mismo Jesús quien en la sinagoga de Nazaret, después de leer una profecía de Isaías referente a los tiempos del Mesías, dice: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír» (Lc. 4, 21) Su doctrina va acompañada de abundantes milagros, movido por la compasión que sentía: sanar enfermedades, resucitar muertos, multiplicar la comida, etcétera.

A Jesús le seguía la masa del pueblo, compuesta en su mayoría por gente sencilla y humilde. Es verdad que también algunos personajes importantes le siguieron, y aunque al principio con miedo, luego no tuvieron reparo en confesarse amigos suyos a la hora de su muerte. Así fueron Nicodemo, José de Arimatea y otros. Estas gentes sencillas, que frecuentemente eran despreciadas por los orgullosos fariseos, ven con buenos ojos la doctrina de Jesús. Unos le seguían, efectivamente, movidos por su doctrina aunque no la entendían plenamente, como pasó con sus discípulos. Otros le seguían porque les daba de comer; otros porque hacía milagros. Autor: P. Enrique Cases

Los milagros, para los cristianos que son? Jesus y sus milagros


Milagros, ya San Agustin en su epoca lo mencionaba una definicion:

“Los milagros no se contradicen con las leyes de la naturaleza, sino con lo que sabemos sobre ellas.” (San Agustín, Doctor de la Iglesia)


un milagro es en sí un hecho sobrenatural en el cual se manifiesta el amor de Dios hacia los humanos y se demuestra su existencia, pero la única verdad es que la fe no necesita de milagros. Según las palabras de los Evangelios, el que cree no necesita ver.



Para que la iglesia considere que un hecho es milagroso, éste no debe tener una explicación científica. Cuando se le atribuye un milagro a una persona difunta, ésta puede llegar a ser beatificada y luego canonizada por el Vaticano. Un milagro se podría considerar también como una señal de que el Fin del mundo está cerca, o que Dios, la Virgen María, etc., están buscando maneras de comunicarse con los seres humanos en la Tierra.


Un milagro es un efecto perceptible a los sentidos que sobrepasa los poderes de la naturaleza y de todo ser creado. Es por lo tanto una acción que solo puede ser de Dios y tiene como fin dar testimonio de la verdad. Dios actúa gratuitamente por amor para dar un signo o mensaje al hombre y una llamada a la conversión.


La creación está siempre bajo la guía providente de Dios. El generalmente realiza su obra valiéndose de las leyes que El mismo puso en la naturaleza, pero no está limitado a ellas.
Las Sagradas Escrituras, ya desde el Antiguo Testamento nos relatan muchos milagros (Moisés divide las aguas, Ex 14:21). Los mas importantes son los que hizo Jesucristo. Sus milagros manifiestan que El es verdaderamente Dios, ya que los hacía con su propio poder.



Cristianismo, los que profesan la fe de Jesucristo que recibimos de los Apostoles

Cristianismo
La religión de los que profesan la fe en Cristo Jesús que recibimos de los Apóstoles. La civilización que se inspira en la fe Cristiana. El cristianismo ha promovido e influenciado todos los aspectos de la civilización (la familia, las artes, las ciencias, el gobierno, la sociedad, etc.). El humanismo cristiano, inspirado por la Encarnación de Hijo de Dios, promueve la dignidad de la persona humana. Sobre todo se llama cristianismo a los principios objetivos de fe, culto y conducta que fundamentan esa civilización, la cual solo es cristiana en la medida que esos principios se practiquen.




El hombre «sabe», tiene el confuso y nítido presentimiento de que está hecho para un destino infinito, que por sí solo puede colmar ese «espacio» que experimenta en su interior, un espacio que tiene que ser llenado. Inquietud, insatisfacción, deseo, imposibilidad de contentarse con las metas alcanzadas: estas son las palabras que definen al hombre y a la ley más auténtica de su racionalidad. Experimenta un ansia de búsqueda continua, que va siempre más allá, más allá de lo alcanzado. El hombre, como la Escritura recuerda tantas veces, especialmente en los Salmos, experimenta nostalgia y suspira: «mis ojos se consumen ansiando tus promesas», afirma el Salmista (Salmo 118).

El hombre, de hecho, al igual que la realidad a la que aplica su fuerza de conocimiento, siempre está condicionado por el tiempo y el espacio, así como por el límite de sus capacidades. Dios, el Infinito, ha asumido nuestro carácter finito para poder ser percibido por nuestros sentidos y, de este modo, el Infinito ha «alcanzado» la búsqueda racional del hombre finito.

En esto consiste la «revolución» cristiana: Dios Creador «sale al paso», hoy y permanentemente, de la búsqueda racional del hombre que tiende hacia Él; sale al encuentro de la criatura que suspira por Él. Al hacerse hombre entre los hombres, el Hijo unigénito de Dios afirma: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Juan 14, 16). Palabras que se convierten en una invitación que la Iglesia no deja de dirigir a los hombres de todas las latitudes y culturas. El Meeting por la Amistad entre los Pueblos quiere hacer eco este año a esta invitación, recordando que el infinito se ha hecho «encontrable», que todo hombre puede conocer a Dios y saciar en Él su propia sed.