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El dia de Nuestro Señor Jesucristo..


El nombre 'domingo' proviene del latín dies Dominicus (día del Señor), debido a la celebración cristiana de la Resurrección de Jesús. En la antigua Roma se llamó a este día dies solis (día del Sol). Todos conocemos el relato de la creación en el Génesis, los seis días en que Dios creó el mundo. Sabemos que es un relato poético, que utiliza un lenguaje mitológico para expresar una realidad, una verdad fundamental: que Dios creó el mundo al principio. Son muchas y muy importantes las realidades que se afirman mediante ese lenguaje del primer capítulo del Génesis . Sabemos también que el séptimo día "descansó".







El concilio habla temáticamente del domingo en el número 106 de la Constitución Sacrosanctum concilium: “La Iglesia, por una tradición apostólica, que trae su origen del mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón "día del Señor" o domingo. En este día los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la Pasión, la Resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios, que los «hizo renacer a la viva esperanza por la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (1 Pe., 1,3). Por esto el domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo. No se le antepongan otras solemnidades, a no ser que sean de veras de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico”.



Entre los cristianos el día sagrado pasó a ser el día primero de la semana: el domingo, "dies dominica", de "dominus", "Señor", "día del Señor". Esto es así porque el domingo es el día de la resurrección del Señor. El día en que Cristo ha resucitado es todavía mucho más importante, mucho más significativo teológica y antropológicamente, tiene todavía mucha más fuerza, que el sábado. Y esto aunque el sábado se estableciese en el mismísimo "momento" de la creación, lo cual, a su vez, queda recogido en la primera página de la Escritura.



La Misa del domingo no es sólo un mandamiento de la Iglesia, ni mucho menos un mandamiento arbitrario, o una pura convención. Desde los primeros momentos los cristianos sintieron la necesidad de reunirse el día primero de la semana (o sea, el domingo) para celebrar la "fracción del pan", la "cena del Señor". Y desde entonces, a lo largo de todos los siglos y en todos los lugares han sentido que esa reunión los constituía y los identificaba como cristianos. Conscientes de esta necesidad, algunos mártires han dado su sangre precisamente por celebrar la Eucaristía dominical.



¿Quien es Dios? Que unos creen y otro no. ¿Porque creer?

Dios es un concepto teológico, filosófico y antropológico que hace referencia a una suprema deidad adorada por algunas religiones, en especial las de origen abrahámico y aquellas relacionadas. Su conceptualización ha sido tema de debate en casi todas las civilizaciones humanas.

La definición más común de Dios es como ser supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente. Creador, protector, juez y, en algunas religiones, salvador del universo y la humanidad. No es posible definirlo como algo conocido y establecer una descripción exacta y certera, por lo que la aceptación de su existencia y presencia viene dada por cada individuo, basándose en alguna de las religiones del mundo o por experiencia propia.

Estas son algunas de las definiciones que nos da cualquier enciclopedia, pero ¿Quién es Dios para tí? Para todos los cristianos Dios representa ser nuestro creador, el ser que nos ha dada la vida, el ser en si, el porque vivir. Aqui no se trata de que si creo o no, Es Dios, existe independientemente de que creas en el o no. El ÉS. Debemos tener claro y poner como principio esto Dios es, no existe porque yo crea en El, sino somos nosotros los seres creados.

Nuestra vida, mi existencia es en razon del El, todo cristiano debe tener bien claro esto. El debe ser el motor de nuestra vida, y mientras mas lo aclaremos en nuestro entendimiento es como iremos teniendo un mejor asentamiento de fe y nos ira ayudando para ser mejor hombre o mujer. Que es a lo que estamos llamados a ser.

Y como el mismo Señor Nuestro lo dijo: "Sean perfectos como nuestro Padre celestial lo es". Es a lo que estamos llamados todos a buscar la santidad y conforme tengamos mas claro, será nuestra desicion mas firme y nuestra voluntad mas fuerte. Seguir a Jesuscristo el nos ha mostrado el camino, camino que no llevará a la verdad y la verdad os hará libres.


El Espiritu Santo es el asistente de la Iglesia


Los cristianos confesamos con la Iglesia que el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, distinta del Padre y del Hijo, de quienes procede eternamente. Creemos en el Espíritu Santo, Señor, y vivificador, que, con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado. Que habló por los profetas; nos fue enviado por Cristo después de su resurrección y ascensión al Padre; ilumina, vivifica, protege y rige la Iglesia, cuyos miembros purifica con tal que no desechen la gracia. Su acción, que penetra lo íntimo del alma, hace apto al hombre de responder a aquel precepto de Cristo: "Sed... perfectos, como también es perfecto vuestro Padre celestial" (Pablo VI, El Credo del Pueblo de Dios, n. 13). Cfr. Documento de Puebla, nn. 202-204.



El Espíritu Santo asiste a la Iglesia:

Como lo había prometido Jesús antes de marcharse de nuevo al cielo, desde allá nos envía, junto con su Padre, al Paráclito. Es San Lucas quien nos relata su venida: "Llegado el día de Pentecostés estaban todos reunidos en un lugar, cuando de repente sobrevino del cielo un ruido como de viento impetuoso, que llenó toda la casa. Y aparecieron unas como lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo" (Hechos 2, 1-5).


La Iglesia, por tanto, instruida por la palabra de Cristo, partiendo de la experiencia de Pentecostés y de su historia apostólica, proclama desde el principio su fe en el Espíritu Santo, como aquel que es dador de vida, aquél en el que el inescrutable Dios trino y uno se comunica con los hombres construyendo en ellos la fuente de vida eterna" (Juan Pablo 11, Ene. Dominum et vivificantem, n. 2).En nuestra santificación intervienen las tres Personas divinas, porque el principio de las operaciones es la naturaleza y en Dios no hay más que una sola Esencia o Naturaleza. Por ser el Espíritu Santo, Amor, y por ser la santificación obra fundamentalmente del Amor de Dios, es por lo que la obra de la santificación de los hombres se atribuye al Espíritu Santo (cfr. Decr. Apostolicam actuositatem, n. 3).


Esta santificación la realiza principalmente a través de los sacramentos, que son signos sensibles instituidos por jesucristo, que no sólo significan sino que confieren la gracia.La vida divina que nos santifica, nace, crece y sana por medio de los sacramentos.