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La navidad esta Cerca, Celebremos nuestra fe, mas alla de la fecha


La navidad (latín: nativitas, 'nacimiento' ) es una de las fiestas más importantes del Cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es encarnación de su divino Hijo.

Jesus es el que ha de venir, y cumple su palabra, viene solamente para cumplir no porque fuera necesario. Dios se da ha conocer, el viene al encuentro del caido. Y el niño Jesus viene a ser el mesias anunciado por sus antecesesores profetas. Ya Juan lo habia anunciado preparando el camino a Jesus, bautizando en el nombre de el, pero diciendo que vendra el mesias, el rey, el salvador y que el solo es uno mas de los profetas.

Asi nosotros celebramos la navidad, como una de las fiestas mas importantes de nuestro ciclo, pues se conmemora el nacimiento del salvador, del que ha de venir... Ya sabemos que no es tanto la fecha exacta o real en la que nacio jesus. Si el recordar y el tener una fecha para conmerar el dia en que nuestro Dios vino al mundo y se encarno en Maria la virgen, por obra y gracia del Espiritu Santo.

Esto es lo mas valioso el celebrar nuestra fe y que nos sirve de alimento para seguir adelante y el recordar el inicio de nuestro peregrinar hacia nuestra salvacion...

¿Que nos hace ser hijos de Dios?


El hombre es el fin y el culmen de toda la Creación y debe amar y alabar a su Creador. Como ser humano tiene una dignidad inmensa y, además, tiene unos derechos y obligaciones, inherentes a su realidad de persona humana, que provienen directamente de su Padre Dios. Naturalmente no somos hijos de Dios: somos sus criaturas y entre Dios y el hombre, existe una distancia Infinita. Aunque seamos la cúspide de la Creación, no tendríamos el derecho de llamara Dios "Padre", como un ser inferior, por ejemplo un animal, no tendría derecho de llamar padre a una persona humana. Pero en- el Bautismo, al ser infundidos de la Vida Divina, nacemos realmente de Dios, somos elevados por sobre la naturaleza humana y por eso también llamamos a la Gracia "Vida Sobrenatural". Por eso San Juan emocionado nos dice: "¡Vean qué amor singular nos ha dado el Padre, que no solamente nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos!" (1 Jn.3,1)

La divinización del hombre es obra del Espíritu Santo. No hemos sido bautizados tan solo en agua, sino en agua y Espíritu Santo. El viene a nosotros calladamente, sin luces celestes ni música angelical, porque normalmente así actúa Dios, en el silencio de la Fe. Por eso nuestros cuerpos son sagrados. San Pablo tiene que increpar duramente a los Corintios que caían en toda clase de depravaciones. "¿No saben ustedes que son Templo de Dios y que el Espíritu Santo hábita en ustedes? Al que destruya el Templo de Dios, Dios lo destruirá. El Templo de Dios es santo y ese templo son ustedes" (1 Cor.3,16-17).

El Bautismo, al comunicarnos la Vida de la Gracia, que no es otra cosa que la Vida Divina, nos hace hijos de Dios Padre, hermanos de Jesucristo, templos del Espíritu Santo e hijos de María Santísima, miembros de la Iglesia y partícipes de sus méritos infinitos, imprimiendo en nuestras almas un carácter indeleble. Pero aún hay más: el Bautismo nos hace SANTOS pues la santidad consiste precisamente en vivir en Gracia de Dios, en llevar en nosotros la misma Vida Divina. "Sean santos como vuestro Padre Celestial es Santo" es el deseo de Jesucristo.

Sin embargo, no sucede lo mismo con el Bautismo, a veces no le damos la importancia que tiene o estamos confundidos porque escuchamos diferentes opiniones y nos olvidamos de que la Biblia nos dice: “El que crea y se bautice se salvará”. (Mc. 16, 16)

Como todos sabemos, los hombres nacemos con el “pecado original” que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva. Como Dios nos ama mucho y sabía que mientras estuviésemos en pecado, no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y hacer posible la vida de amor con Dios.

Para ello Cristo, murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado y nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello, gracias al Bautismo.

Jesucristo se bautiza ¿Porque?


Jesus es bautizado para darnos ejemplo a nosotros y el asumir todo nuestros pecados, Por eso Juan Bautista al ver venir a Jesús a hacerse bautizar exclamó: “He ahí el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo” (Jn. 1-29). Antes de Cristo los israelitas sacrificaban corderos, buscando la expiación de sus pecados. Cristo, al cargar con nuestros pecados, se hace el verdadero Cordero de Dios, para salvarnos de nuestros pecados. Es lo que nos dice el Sacerdote al presentarnos a Cristo en la Hostia Consagrada antes de la Comunión: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo…”.


"Bautismo" es " en Griego. Significa, "ser sumergido." Y el significado más importante de bautismo es "quitar el pecado y la muerte." La frase "ser sumergido" implica muerte. Todos los pecados del mundo fueron pasados a Jesús cuando Juan el Bautista lo bautizo a Él y así Él los tomó todos y murió en la Cruz para dar la paga por todos nuestros pecados. Jesús murió en nuestro lugar. La muerte es el resultado del pecado porque "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).


Un día, entre la multitud que acudía a ser bautizada en el Jordán, apareció Jesús y ante el asombro del Bautista, pidió a también ser bautizado "no porque hubiera tenido él necesidad de ser purificado - nos dice San Agustín- sino para purificar las aguas bautismales con el contacto de su carne divina y comunicarles la virtud de purificar a los que después fueren Bautizados". Ese fue, según los Padres de la Iglesia, el momento en que el bautismo invitando a la conversión, fue elevado al rango de Bautismo Sacramental, con toda la eficacia que le confiere el poder del Espíritu Santo. "Id y bautizad a todas las naciones, enseñándoles a cumplir todo lo que Yo os he mandado" (Mt.28,19-20).


Al ser bautizados, somos liberados automáticamente del pecado original o cualquier otro pecado, si el bautizado es adulto. Normalmente se menciona mucho el perdón del pecado original (aunque no se entienda bien que es) y se pasa por alto lo más importante que es la divinización de nuestras almas.