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La Cruz de Cristo, ¿Porque? ¿Que sentido tiene?

La cruz es el símbolo del cristiano, que nos enseña cuál es nuestra auténtica vocación como seres humanos. Nos recuerda el Amor Divino "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna". (Jn 3, 16). Pero ¿cómo lo entregó? ¿No fue acaso en la cruz? La cruz es el recuerdo de tanto amor del Padre hacia nosotros y del amor mayor de Cristo, quien dio la vida por sus amigos (Jn 15, 13). El demonio odia la cruz, porque nos recuerda el amor infinito de Jesús. Lee: Gálatas 2, 20.
La cruz es signo de reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los humanos y con todo el orden de la creación en medio de un mundo marcado por la ruptura y la falta de comunión. La señal del cristiano, Cristo, tiene muchos falsos seguidores que lo buscan sólo por sus milagros. Pero Él no se deja engañar, (Jn 6, 64); por eso advirtió: "El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí" (Mt 7, 13).

Hoy hay muchos católicos que, como los discípulos de Emaús, se van de la Iglesia porque creen que la cruz es derrota. A todos ellos Jesús les sale al encuentro y les dice: ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? (Lucas 24, 25-26). La cruz es pues el camino a la gloria, el camino a la luz. El que rechaza la cruz no sigue a Jesús. ( Mateo 16, 24 )

La señal de la cruz es un signo, un sacramental, por el cual manifestamos nuestra fe que Cristo nos redimió por Su Cruz. Como todo signo, vale en cuanto se hace como expresión auténtica del corazón. Al señalarnos con la cruz decimos "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

El sacrificio de Jesucristo, ¿Era necesario su muerte?

Sacrificio de Nuestro Señor ofreció su vida en la cruz para el perdón de nuestros pecados, de la misma naturaleza del Padre, quiso hacerse hombre para traernos un nuevo pacto, por el cual ya no sería necesario el volver a realizar un sacrificio, continuo, para el perdón de los pecados, puesto que Él ya lo ha realizado, una vez para siempre, para todo aquel que cree en Él y cumple su voluntad.

Como el mismo San Juan en su evangelio nos narra sobre el sacrificio de cristo: "Y, como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado; para que todo aquel que en Él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3: 14-16)





Era necesario que Cristo muriera, mas de la necesidad se habla en Él del grande amor que nos tiene, "Tal amo Dios al mundo que nos entrega a su Hijo" , solo en el amor puede ser compresible tal sacrificio, ya que nosotros nos encontrabamos perdidos, por el pecado y que habiamos sido desterrados el su reino celestial por el pecado de nuestros primeros padres, "Adan y Eva" que en ellos pues empezo esta enemistad con Dios. Ya que por su desobediencia fueron desterrados del paraiso, en el cual las palabras de Dios Padre no fue de aniquilar a su seres creados, sino mas bien de reprenderlos y con la promesa del salvador.

Es por ello que todo el pueblo judio en su tradicion esperaban a un salvador, cada profeta anunciaba la venida de un rey, que iba a venir ha salvarnos. Pero ante los ojos del hombre pecador no se puede vislumbrar quien era ese salvador, esperaban quizas un hombre con poder economico, que tuviera a las masas y dominara pueblos y tierras.

Como Dios en su plan de salvacion el ya habia prefigurado su venida, con aquella frase apoliptica que encontramos en el genesis despues del destierro del paraiso, en la que Dios Padre habla habla Adan y Eva , y dice al final "luego ella te quebrantara la cabeza" una imagen que luego comprenderiamos todos, y que hoy en dia la vemos en la mayoria de los templos, a Maria madre del Salvador quien pisaria a la serpiente, ella la llena de gracia, trairia en su vientre al salvador por obra y gracia del Espiritu Santo.

Asi, siendo el sacrificio de Cristo una venida esperada, a su vez , es la prueba mas grande de su infinitud amor y es en este amor infinito en que debemos de poner nuestra confianza, y nuestra vida...

Porque creer en el Espiritu Santo?


Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo. Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza mística. Otros entienden al Espíritu Santo, como el poder impersonal que Dios pone a disposición para los seguidores de Cristo. ¿Qué dice la Biblia acerca de la identidad del Espíritu Santo? Puesto en una manera sencilla – la Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios.


El hecho de que el Espíritu Santo es Dios, es visto claramente en muchas partes de las Escrituras, incluyendo Hechos 5:3-4. En este versículo, Pedro confronta a Ananías por haber mentido al Espíritu Santo, y le dice que él “no había mentido a los hombres sino a Dios”. Es una clara declaración de que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios. También podemos saber que el Espíritu Santo es Dios, porque El posee los atributos o características de Dios.


La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.


En varias oportunidades Jesucristo prometió a los Apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, el cual les recordaría y les ayudaría a entender todo lo que El les había dicho. Así fue que, el día de Pentecostés, cuando estaban todos los Apóstoles reunidos, se produjo un ruido como de un viento impetuoso. Aparecieron lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos. Era el Espíritu Santo prometido por Jesús que descendió sobre cada uno de ellos, haciéndolos fuertes, audaces y santos para anunciar el Evangelio con fidelidad a todo el mundo.La Iglesia quedó constituida en templo del Espíritu Santo; El la santifica y hace que los bautizados se unan a la Santísima Trinidad.

Cristo cabeza de la iglesia, Los doce apostoles como los primeros envidos por Cristo


"Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quien dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos dijeron: Unos, que Juan Bautista; otros que Elías; otros, que Jeremías o uno de los profetas. El les dijo: Vosotros, ¿quien decís que soy yo? Tomando la palabra Simón, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Jesús le respondió: Bien aventurado eres, Simón, hijo de Juan, porque no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos" Evangelio de San Mateo (16, 13-20).


En este texto basamos le edificación de la iglesia, no solo poniendo y asumiendo a una persona como cabeza de ella, como el jerarca de la iglesia católica, si no asu vez nos da la estructura de la iglesia y su facultad que es Cristo, dando el poder a los apóstoles dejando a uno de ellos a Pedro como la cabeza de su iglesia. Es por eso, que la iglesia tiene todo el poder que le viene y fue dado por Jesucristo en Pedro y trasmitido a sus discípulos.



Es la iglesia cristiana católica la única encomendada y que viene de Cristo de velar y vigilar la fe y la doctrina enseñada por el mismos Cristo a sus apóstoles que fueron los que fundaron y atraves de su fe y sus enseñanzas vividas con el maestro nos trasmitieron a todos nosotros lo que hoy sabemos de El.


Es la misma fe la que profesamos en la actualidad que la profesaron hace mas de dos mil años los apóstoles. Es por eso, que debemos de sentirnos y a la ves de valorar a la iglesia que pertenecemos y profesar nuestra fe con todo el orgullo de que somos seguidores de Cristo.


¡Y el verbo se hizo carne! Jesucristo es verdadero Dios

Juan 1:14-18
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de amor y verdad. Y hemos visto su gloria, la gloria que como Hijo único recibió del Padre. Juan dio testimonio de él, diciendo: “Este es aquel a quien yo me refería cuando dije que el que viene después de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo.” De sus grandes riquezas, todos hemos recibido bendición tras bendición. La ley fue dada por medio de Moisés; el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.

Posiblemente para nosotros es difícil entender como Jesús podía ser Dios y hombre al mismo tiempo, pero esto es lo que Juan dijo. Es algo que debemos aceptar por fe. Jesús vino a la tierra y caminó entre nosotros. Él experimentó dolor, sintió pesar y rechazo, y sintió el gozo de la amistad. Porque él ha sido uno de nosotros, él puede relacionarse con nosotros. Él no es un Dios distante; él entiende nuestras emociones. Él ha reído y llorado, él ha tenido hambre y sed, él ha estado cansado y solo. Lo esencial es esto: Él sabe lo que nos está pasando, porque las mismas cosas le pasaban a él. Una versión de la Biblia dice que “La palabra se encarnó, y se mudo al barrio.” Jesús todavía era Dios pero tomó la forma física de hombre, con todas nuestras debilidades y vulnerabilidad.

Juan sigue diciendo que Jesús era “lleno de amor y fidelidad inquebrantables.” Otra versión de la Biblia dice que él era lleno de gracia y verdad. De cualquier forma, vemos el corazón de Dios que está representado en Jesús, el Dios-hombre. Es como si Dios ha alcanzado a dentro de su mismo y nos dio su propio corazón cuando nos mandó a Jesús. Él nos enseñó quien era él y lo que es importante para él – no con poder y autoridad terrenal, pero amor, misericordia, y verdad.

El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: "Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10)."El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" (1 Jn 4, 14). "El se manifestó para quitar los pecados" (1 Jn 3, 5)

Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón él es el único Mediador entre Dios y los hombres.Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios. La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.